Cristina Fraire

“Que esta barra quilombera…” Era 1988 y Diego, en Italia, le pedía al presidente argentino por la justicia social. El fútbol ya movía millones y en escena tomaba fuerza un actor que concentraba la compleja mezcla de violencia, arenga y capacidad de presión: las barrabravas, que copaban la parada en la escena futbolística argentina. En la crisis #63, este informe imperdible intenta desentrañar sus lógicas desde todos los ángulos.